domingo, 29 de agosto de 2010

LA PROYECCIÓN DE MI PROPIA LUZ

Hoy he recibido un comentario por parte de un buen amigo, que ha hecho que recapacite sobre este blog. “En tu blog intentas reflejar, pero en realidad proyectas, te expandes”.
Y tras analizarlo profundamente he llegado a la conclusión de que tenía que hablar sobre ello.

Es curiosa la sensación de escribir. En mi caso la técnica que utilizo es el análisis de los intangibles. Ideas que son abstractas relacionadas con el ser humano. Sus miserias, sus límites pero también sus grandiosidades.

El instante de sentarme frente  la pantalla y escribir acerca del sentimiento que me provoca una idea, no es algo sencillo. Se requiere la visita de la musa. Y a veces es tan caprichosa que no se digna a aparecer. Y eso lo complica todo.
Pero cuando aparece, siempre sin previo aviso,  se sienta frente a ti y te llena de inspiración es algo inexplicable con palabras. Entras en un estado de trance, vomitas palabras mezcladas con sentimientos, y tecleas, tecleas como si la vida se acabase, como si no pudieras detenerte, porque si lo haces ya no tendrías nada acerca de lo que escribir. Tecleas hasta quedarte exhausta. Cuando ese trance acaba y lees de manera consciente lo que has vertido sobre el papel virtual, observas que tiene sentido, una lógica, una estructura, y te sientes completa, pero también vacía. Es la dualidad en estado puro.

Quizás es ese el sentido que mi buen amigo Sión pretendía darle. Soy consciente de que nunca escribo con mensajes ocultos, o entre líneas, tan solo escribo lo que quiero que entendáis, sin embargo, hay un plano más allá que no había tenido en cuenta. Aquello que se transmite sin pretenderlo. Esa proyección del Yo interior. Esa luz que se genera con cada lectura de las entradas.

Y me gusta, porque en definitiva, y sin pretenderlo, me conocéis un poquito más, conocéis un poco más de este mundo interior que poseo y que me gusta llamar El Caos de la Coherencia.

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